En la última década, diversos estudios han analizado los efectos de la meditación sobre nuestro cerebro, pero también a nivel cardíaco, en el sistema inmune, a la hora de combatir el dolor e incluso contra el insomnio. Estos son algunos de los más relevantes. 1. Mejor que una siesta Bruce O'Hara, biólogo de la Universidad de Kentucky, sometió en 2008 a una serie de voluntarios a pruebas de agilidad mental antes y después de dormir, meditar, leer y conversar. Sólo los que habían meditado mejoraron su puntuación (un 10%), mientras que los que echaron una cabezadita obtuvieron los peores resultados. 2. En la empresa En Estados Unidos cada vez son más las empresas que ofrecen a sus empleados clases de meditación gratuitas. Aseguran que de este modo no sólo se concentran más, sino que la práctica mejora la productividad, previene el estrés y las enfermedades asociadas, y reduce el absentismo. 3. Analgésico Meditar tiene un potente efecto analgésico. Según un estudio por National Science Fundation, basta con practicar tres días consecutivos durante 20 minutos para notar un importante alivio de la sensación de dolor durante las 24 horas del día. 4. Contra el insomnio Si pasamos la mitad de la noche contando ovejas y nos despertamos más fatigados que cuando se nos fuimos a dormir, la meditación nos puede ayudar. La calidad y cantidad de horas de sueño mejoran tras dos meses practicando meditación. Y el 75% de los pacientes pueden dejar los somníferos. 5. Corazón sano Las personas con problemas de estrechamiento de las arterias coronarias que practican meditación reducen en un 50% la mortalidad y el riesgo de sufrir paro cardíaco o infarto cerebral. Además, meditando la presión sanguínea disminuye y se previene la hipertensión.