Algunos de los beneficios que tiene el no consumir ningún producto de origen animal a la semana, van más allá de lo que crees. Al no consumir carne una vez a la semana, hay un gran impacto en la industria a nivel ambiental, cada uno podemos hacer gran diferencia en el planeta.
De igual forma, disminuye el maltrato que sufren algunos de estos animales, por la diminución de su consumo. También hay que tomar en cuenta que es bueno para nuestra salud, reduciendo proteína animal y variamos nuestra alimentación para explorar mas opciones, llevándote una gran sorpresa al experimentar muy ricas recetas.
Aquí te dejamos algunos de los ejemplos de recetas sin proteína anima, esperamos que te gusten. Si realizas alguna de estas recetas o nos sugieres alguna, compártenosla en nuestras redes sociales.
ENSALADA DE QUINOA
Preparación: 10 minutos
Cocción: 20 minutos
Porciones: 2 personas
INGREDIENTES:
1 Taza de Quinoa
2 1/2 de Agua
Sal
Para la Vinagreta:
1 Jitomate
1 Cebolla pequeña
1 Pimiento rojo
1 Pimiento verde
1 Zanahoria
2 cdas. de Aceite de oliva extra virgen
1 cda. de vinagre de manzana
Perejil fresco al gusto
PROCEDIMIENTO:
Cocina la quinoa como si fuera arroz o cómo el paquete lo indique.
Mientras se come la quinoa, lavaremos y pelaremos las zanahorias. Picaremos en cuadros pequeños todas las verduras, junto con el perejil.
Colocamos todas las verduras picadas en el recipiente que vayamos a servir el platillo, añadimos sal, aceite de oliva extra virgen y el vinagre.
Al estar lista la quinoa, la añadimos a la vinagreta, mezclamos bien y rectificamos de sal. Servimos.
CROQUETAS DE ESPINACAS CON QUESO MOZZARELLA
Preparación: 45 minutos
Cocción: 30 minutos
Porciones: 10 croquetas
INGREDIENTES:
150g de espinacas
100g de queso mozzarella
1/2 cebolla
500 ml de leche
4 cdas. de harina de trigo
2 cdas. de aceite de oliva
1 huevo
Pan molido
Pimienta
Sal
PROCEDIMIENTO:
En una sartén 2 cdas de aceite, calentamos a fuego medio y añadimos la cebolla picada muy fina. Damos unas vueltas e incorporamos las espinacas.
Bajamos el fuego a lento, espolvoreamos la harina en la sartén y removemos hasta que la harina se tueste ligeramente. Templamos la leche, añadimos un poco en la sartén y removemos. Seguiremos agregando leche poco a poco hasta que se acabe, sin dejar de remover suavemente, evitando que se nos formen grumos de harina. Salpimentamos al gusto y seguimos removiendo sin parar hasta que la bechamel se espese, consiguiendo una masa algo densa y uniforme.
Cubrimos la masa con plástico, para evitar que se seque y dejamos enfriar la masa en el refrigerador unos 30 min. Cuando la masa esté fría, incorporamos el queso en pequeños trozos.
Preparamos un plato hondo con un huevo batido y llenamos otro con pan rallado. Cogemos un pellizco de masa con las manos y le damos forma de croqueta, la pasamos por el huevo batido y luego la rebozamos de pan rallado. Repetimos la misma operación para hacer todas las croquetas.
Calentamos una satén a fuego fuerte con abundante aceite y freímos las croquetas en él, dándoles una vuelta a media fritura.