La importancia de disfrutar de una buena salud mental
La salud mental es un componente esencial de la calidad de vida de las personas.

Podemos empezar por preguntarnos qué es la salud mental. Una primera definición nos dice que la salud mental es la capacidad de las personas y los grupos para enfrentar los problemas que les presenta la vida con creatividad, así como la capacidad para expresar, dar y recibir afecto. Es también cuidar y cuidarse. Proteger a los más débiles. Aceptar las diferencias y enriquecerse con ellas. Tolerar las limitaciones propias y de los otros, y también las que nos imponen las condiciones de vida, pero sin resignarse.
La salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales, sino saber vivir con buena calidad de vida.
La salud mental incluye un doble componente: el de nuestro bienestar como individuos, que se centra en el componente psíquico, y el de nuestro bienestar en las relaciones con los demás, que se centra en el componente social. De todas formas, es necesario tener en cuenta que ambos aspectos están muy relacionados. Es evidente que nuestro bienestar individual tiene mucho que ver con las relaciones que establecemos con las personas con las que compartimos nuestro día a día.
La salud mental de los españoles
Los trastornos mentales son procesos frecuentes y causan una alta discapacidad en las personas que los padecen. Diversos estudios han puesto de manifiesto que, en los países occidentales, aproximadamente una de cada 4 personas cumple criterios diagnósticos de un trastorno mental en el último año. Y alrededor de un 40% (4 de cada 10 personas) llega a presentar un trastorno de este tipo a lo largo de su vida.
Los investigadores realizaron una encuesta personal domiciliaria a más de 5.000 personas. Sus resultados fueron que el 19.5% de las personas estudiadas (una de cada 5) presentó un trastorno mental en algún momento de su vida (lo que los autores llaman prevalencia-vida) y un 8.4% en el último año (prevalencia-año). El trastorno mental más frecuente fue el episodio depresivo mayor con 3.9% de prevalencia-año y 10.5% de prevalencia-vida. Le siguen la fobia específica, el trastorno por abuso de alcohol y la distimia (un tipo de trastorno del estado de ánimo).
Los factores encontrados asociados con padecer un trastorno mental son el sexo femenino, estar separado, divorciado o viudo y estar desempleado, de baja laboral o con una incapacidad. La fobia social (miedo a estar con mucha gente), la agorafobia (miedo a los espacios abiertos) y la fobia específica (miedo a determinadas situaciones) aparecieron a edades más tempranas. Los trastornos del estado de ánimo (episodio de depresión mayor y distimia), junto con el trastorno de angustia, mostraron una aparición más tardía.
Los investigadores concluyen que los trastornos mentales son frecuentes alrededor del mundo, con una prevalencia-vida del 20% de la población adulta. Las mujeres, los jóvenes, los que tienen menos educación y los desempleados son grupos poblacionales con mayor riesgo y que precisan una mayor atención sanitaria.
¡Cuidemos nuestra salud mental! ¡Está en nuestras manos!